La comisión de biblioteca te invita a la actividad «Lectura entre varios». Es de entrada libre y gratuita. Te esperamos en el local de la sección ubicado en: Av. Insurgentes Sur 1188, Tlacoquemecatl del Valle, Benito Juárez, 03200 Ciudad de México, CDMX.
¡Celebramos el lanzamiento del nuevo número de la revista «Factor a»! Felicitaciones a las directoras: Edna Gómez y Jessica Jara, y a cada uno de los colegas que participaron, por sus valiosos aportes.
🔊 Están todos cordialmente invitados a la presentación:
🗓️Sábado 8 de marzo ⏰ 9:00 am (Hora México)
¡Nos anima a seguir leyendo las «Escrituras de lo joven» que están por venir!
Transmisión desde el local de la sección o por zoom sin acceso a la conversación.
Transmisión por Zoom
18marzo 18, 2025
19marzo 19, 2025
20marzo 20, 2025
21marzo 21, 2025
22marzo 22, 2025
23marzo 23, 2025
24marzo 24, 2025
25marzo 25, 2025
26marzo 26, 2025
27marzo 27, 2025
28marzo 28, 2025●(1 event)
marzo 28, 2025
Psicoanálisis, psiquiatría y hospital son tres escenarios que se han entrecruzado históricamente, y en los que aún convergen en la cotidianidad de nuestra práctica.
La clínica psicoanalítica se reconoce como heredera de la clínica psiquiátrica, Freud encontró en la psiquiatría alemana puntos de apoyo para circunscribir y delimitar la clínica psicoanalítica; Lacan hizo lo propio con la psiquiatría clásica de la cual extrajo enseñanzas que se volvieron brújula en su quehacer.
Nuestro objetivo es seguir esta recomendación y dejarnos enseñar por lo que la psiquiatría y la práctica hospitalaria nos enseña con su clínica. Y es que la “clínica” supone la presencia del malestar, de un sujeto que la padece y de un lugar (un lecho) desde donde se le propone a quien consulta “hablar”. “Hay que clínicar”, decía Lacan, lo que significa tenderse hablar, y la NEL-Cali propone a sus invitados tenderse hablar sobre los usos de la palabra en el hospital.
Dialogan: Ana Viganó, psicoanalista, presidente de la NEL Mónica Larrahondo, psicoanalista, directora de la NEL-Cali Dr. Carlos Miranda, psiquiatra, director científico HDPUV Dr. Luis Fernando Zambrano, psiquiatra HDPUV
📅 Viernes 28 de marzo de 2025 ⏰ 9:00 am 🗣️ Actividad presencial 🏡 Lugar: Auditorio La Casona – Hospital Departamental Psiquiátrico Universitario del Valle Entrada abierta, previa inscripción
Cita del argumento “En este II Encuentro Clínico de la NEL-Cali, nos proponemos poner a la transferencia en el centro de la operación analítica, a partir de reflexiones epistémicas y la discusión de casos clínicos, que nos permitan bordear con otros su lugar en el tratamiento psicoanalítico.
Invitamos, entonces, a aquellos interesados en la clínica psicoanalítica que deseen inscribirse a que nos expliquen sus motivaciones para estar en el II Encuentro Clínico 2025. Para ello los convocamos a escribirnos al mail: nelcali4@gmail.com”.
marzo 29, 2025
El Secretariado de Bibliotecas de la NEL invita a: La conversación sobre los “Primeros escritos”. «Antes de ser psicoanalista Lacan fue psiquiatra» (JAM), pero un psiquiatra atravesado desde el inicio por las cuestiones del estilo y de la escritura. Su entrada al psicoanálisis está, por tanto, marcada por el interés en la singularidad de cada caso así como por la valorización de las producciones escritas de los «enfermos». En esa línea, interrogaremos lo que nos enseñan los Primeros escritos sobre los lazos entre psiquiatría, psicoanálisis y escritura, a la luz de los síntomas de nuestra época. ¡Invitadísimos!
IV JORNADAS DE LA NEL-cf CDMX: PRESENCIAS DEL ANALISTA
TEXTO DE ORIENTACIÓN EJE: Presencias… en la ciudad y la época
Un despertar
¿Cuál podría ser la incidencia política un poco más allá de esta presentación negativa?
Tal vez cierto efecto de despertar. Un despertar respecto de aquello de lo que en
definitiva se trata en los ideales sociales: del goce y de la distribución del plus-de-gozar.
(Jacques-Alain Miler)
Desde hace tiempo los analistas hemos afrontado el desafío ético de hacer a un lado la rutina del consultorio y asumir una presencia en los dispositivos comprometidos con la salud mental en nuestras ciudades, así como en los debates públicos con el Otro social. En este aspecto, no cabe desconocer que, más allá de la vigencia del discurso del analista y sus consecuencias prácticas, en una perspectiva más amplia, se trata del consentimiento a la convocatoria de Lacan de alcanzar “una incidencia política donde el psicoanalista tendría su lugar si fuese capaz de ello”[1]. Por supuesto, para estar a la altura de la época, ello exige al deseo del analista el miramiento por los síntomas de la actualidad, los impases en lo social, y el aggiornamiento permanente respecto de los discursos emergentes que se imponen al compás de cada tiempo.
Ahora bien, ¿De qué presencia se trata?, ¿Cómo pensar esa presencia?
Más allá del analista causa del trabajo del sujeto supuesto saber, correspondiente a la dimensión transferencial del inconsciente, encontramos una clara orientación en el Capítulo X del Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Allí Lacan nos advierte sobre la presencia del analista, primordialmente, como una manifestación del inconsciente. Y es sólo desde ahí como tiene lugar su presencia real, más allá del par imaginario del a-a´, desidealizando, a su vez, la figura y la persona del analista, para reducir su función a la de un resto, “un resto fecundo” –en tanto una presencia muy particular que se pone en juego solamente en el arte de escuchar del analista. “El arte de escuchar casi equivale al del bien decir”[2].
Como vemos, ello no será ciertamente exclusivo de la experiencia analítica. Esta función estará activa en todos los vínculos donde se trata de la relación del sujeto con el saber y el goce. “Se trata en estos vínculos siempre de una relación transferencial encarnada en la persona que se supone agente de la acción, pero esa atribución de saber a la persona deja en realidad encubierta la relación del sujeto con el saber de su propio inconsciente, verdadero agente del vínculo”[3]. En la medida en que el analista con su acto recuerde la banalidad del sentido de las palabras, opere como el dedo elevado de San Juan tal como Lacan evoca en “La dirección de la cura”, señalando cómo somos hablados, que la referencia del lenguaje no existe, hará presente la perspectiva de lo real más allá de la realidad.
En este sentido, la ironía sirve muy bien a la posición del analista a la hora de perturbar los ideales sociales y revelar su naturaleza de semblantes respecto a un real que sería del goce. “Está más bien, como Sócrates, para hacer temblar, para hacer vacilar los ideales, a veces simplemente poniéndolos entre comillas, quebrando un poco los significantes-amo de la ciudad”[4]. Sin embargo, por otro lado, Lacan nos enseñó que los ideales son semblantes, arbitrarios, pero que esos semblantes son necesarios. La sociedad se sostiene gracias a sus semblantes, no hay sociedad sin identificaciones. Entonces si, por un lado, es cierto, el padre es un semblante, y, sí, se puede prescindir de él … sin embargo, no hay que olvidar que ¡a condición de saberlo utilizar!
Pensar la presencia del analista como la provocación de un despertar implica, necesariamente, sostener un deseo vivo. Seis años antes de su Seminario 11, en el texto La dirección de la cura y los principios de su poder, paradójicamente, Lacan dará al analista el lugar del muerto, dejando el yo a un lado para que pueda surgir el lugar del Otro para el sujeto, el inconsciente, su verdadera pareja, en el registro de lo simbólico. Es el lugar de la causa de la división del sujeto que Lacan formalizará más adelante con la función del objeto a, presencia irreductible.
Para finalizar, cabe mencionar el concepto de “acción lacaniana” que Jacques-Alain Miller ha propuesto para nombrar en el seno de la Asociación Mundial de Psicoanálisis la política de incidencia en los ámbitos políticos y sociales como el correlato del acto analítico en la sociedad. Si Lacan ha formulado que «No hay clínica del sujeto sin clínica de la civilización» es porque la topología del inconsciente lacaniano –allí donde el analista manifiesta su presencia- resulta, entre un afuera y un adentro, de una extimidad irreductible. ¿Cómo el deseo del analista pudiera, entonces, prescindir de la ciudad y la época?
[1] Miller, J.-A., El psicoanálisis, la ciudad y las comunidades.
[2] Lacan, J., El Seminario Libro 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Editorial Paidós, p. 129.
[3] Bassols, M., Presencia del analista, Cuadernos del INES Nro 14, Editorial Grama, p. 99.
[4] Miller, J.-A., El psicoanálisis, la ciudad y las comunidades.